martes, 8 de febrero de 2011

El Ciclo de Ulster y su trasfondo histórico







La cristianización de Irlanda a partir del siglo V y VI removería profundamente la cultura celta preexistente que había sobrevivido a los siglos sin influencia externa. Particular es el caso irlandés por ser la única sociedad que se cristianizó sin derramamiento de sangre y por ser el último resquicio de cultura celta que no fue transformado por la espada del imperio romano.

El proceso de cristianización significó también la introducción de la escritura y el estudio ya que, con anterioridad, la escritura y la sabiduría era exclusiva de los druidas, guías espirituales, custodios de las tradiciones, juristas y poetas. Con el triunfo de la cristianización esta clase se fue especializando en jurisconsultos, poetas y historiadores, perdiendo así su relevancia espiritual en la sociedad tribal que ahora sería monopolizada por la religión cristiana.

Posteriormente se dio un gran proceso de absorción de elementos paganos por parte del cristianismo, que, en mi opinión fundamentarían una forma distinta de entender la religión cristiana y sería la base de los conflictos con la sede apostólica romana. Otro elemento particular fue la preponderancia del monasterio sobre la diócesis del obispo, inspirada esta última en un modelo urbano difícil de implantar en una sociedad netamente rural. Los monasterios fueron de tendencia ascética y anacoreta y constituyeron reales centros de erudición. Allí los monjes en retiro se dedicaron a la escritura y traducción de diversos tipos de textos y se convirtieron, con el tiempo en los lugares de mayor atesoramiento cultural de la cristiandad.

En este escenario que verá forma escrita las antiguas sagas y mitos paganos transformados literariamente y traspasados de generación en generación por los druidas bardos. Así toman forma los llamados cuatro ciclos de mitos y sagas: el ciclo mitológico que constituye los relatos de los Túatha Dé Danann y del Otro Mundo; el ciclo de Ulster y la gesta de Cuchulain, texto a analizar en el presente ensayo; el ciclo feniano, formado por relatos de unos guerreros dirigidos por Finn Mac Cumaill y su hijo Oisín; y el ciclo de los reyes, que versa sobre varios reyes históricos y sus leyendas.

Hacia el año 600, de mano del poeta sureño Loccreth moccu Chéria, se conocen las primeras referencias a los personajes del ciclo de Ulster. Alude a las circunstancias políticas de un ataque al Ulster por parte de “todos los hombres de Irlanda” con el rey Aillil y la reina Mebd a la cabeza. Pretendían ellos robar el ganado de los ulates. Asimismo da otras referencias en torno al papel de Fergus diciendo que éste se volvió contra su propio pueblo por culpa de una mujer.

Los hechos acaecidos en el Táin, como se le conoce al ciclo de Ulster en leguaje popular recortando el nombre de la crónica de la batalla Táin Bó Cúailnge, o El robo del toro de Cuailnge; datan de la Irlanda precristiana, por lo que, según algunos autores, podría datar de comienzos del siglo V aunque otros la datan de los primeros años de nuestra era; y que luego habrían adquirido coherencia artística entre los siglos IV y VII por parte de los filid, o druidas con funciones bárdicas. El manuscrito de viejas sagas más antiguo que se conoce hasta ahora, llamado Cín Dromo Snechtai, de principios del siglo VIII e incluía la concepción y nacimiento del héroe Cuchulain, además de su entrenamiento con Scáthach. Dicho esto, podría considerarse que la epopeya heroica tomó forma escrita de manos de los monjes cristianos en algún momento del siglo VIII.

El ciclo de Ulster está escrito en prosa con fragmentos intercalados en verso, la historia se desarrolla después de la llegada de los milesios en las puertas de la era cristiana. Los personajes son descendientes de los fundadores de los reinos de Irlanda y forjarán numerosos relatos heroicos. En esta epopeya, los guerreros son capaces de realizar portentos sobrenaturales, amores trágicos, magia y encantamientos. Asimismo, los dioses son capaces de tomar forma humana o animal e intervendrán en la historia para favorecer o perjudicar a los hombres. El personaje principal es Cuchulain, un guerrero campeón, semi-divino, hijo del dios Lug y una mortal, peleador invencible y respetado como tal por todo su reino.

El Táin Bó Cuailnge es posiblemente el más famoso de los manuscritos irlandeses, versa sobre los enfrentamientos entre el reino de Ulster bajo el mando del rey Conchobar y “todos los hombres de Irlanda” comandados por la reina Mebd y so consorte Aillil, reyes de Connacht. El enfrentamiento se produce dado que la reina discute con su esposo sobre quién es más poderoso y tiene más posesiones. Al superarla Aillil con la posesión de un mítico toro blanco llamado Finnbennach, la reina va en busca del único otro toro comparable a aquel, el negro Cuailnge, en posesión de los ulates.

Los ulates, indefensos a causa de una maldición que los obligaba a sufrir los dolores del parto en sus horas más oscura, se encomiendan únicamente al guerrero Cuchulain, quien hace frente sólo a la invasión arrasando con centenares de soldados enemigos. Posteriormente se enfrenta en lucha hombre a hombre con un campeón del ejercito invasor por día. De igual forma los va destrozando a todos, Destacable es la dramática batalla que tiene con su hermano de armas Ferdiad , con quien luchó cuatro días en las más igualadas condiciones y la relación que mantiene con su padrino y antiguo rey despojado de Ulster, Fergus, quien funge de comandante militar de las tropas invasoras.

Cuchulain recibirá ayuda directa en determinado momento de su padre Lug, quien se enfrenta a los enemigos mientras el héroe descansa y cura sus heridas. Otra influencia divina fue la de la diosa de la guerra Morrigan, quien actúa en contra del héroe y, al final, maldice el arma que le quita la vida.

El personaje mítico defiende a su pueblo el tiempo necesario para que pase la maldición del a que eran presa los hombres de Ulster, cura de sus heridas y vuelve a la batalla acompañado de su rey Conchobar y el resto de los guerreros.

Al ganar la batalla el reino de Ulster, cuenta la leyenda que los dos toros entraron en batalla feroz, saliendo victorioso el toro negro, Cuailnge y murió inmediatamente también.

El heroe encuentra la muerte por lanzas malditas por la diosa Morrigan. Al ser gravemente herido, el héroe se amarra a una piedra vertical para poder morir de pie.

Esta historia que mezcla algunos hechos históricos con explicaciones míticas y simbólicas sirve para comprender las costumbres diarias y formas de pensar de esa cultura celta. Cuchulain representa el ideal del guerrero celta, la aspiración de todo hombre e, incluso, el ideal de la sociedad. En tal sentido, como obra alegórica, casi todos los elementos que la componen dan luz acerca de las formas de relacionarse de esa sociedad y del imaginario colectivo que compartían.

Un primer elemento rescatable de la historia es la división de la isla en cuatro provincias, Ulad, Connacht, Leinster y Munster, quedando como punto central , Tara, para el gran rey. Se conoce a través de diversas fuentes que realmente existieron dichos reinos, y que en un primer momento, Ulad, o Ulster, fue el más poderoso de ellos.

Otro elemento resaltante que da fe de la conformaciónd e la sociedad, es la preponderancia de la casta guerrera, la única protagonista de la historia, sin nombrar siquiera a los campesinos. Aquí vemos representada la estructura de esas comunidades. También se evidencia una relación de clientelaje entre el rey, o el mejor de los guerreros y sus hombres. Los subordinados le juran lealtad y asistencia en la guerra a cambio de tierras y protección. También es una relación basada en los regalos y la largueza de las riquezas obtenidas del saqueo y la guerra. Se hace patente, en la historia de cómo llegó Conchobar a ser rey, que los regalos eran un elemento esencial en la fidelidad de los guerreros. La madre de Conchobar, Ness, acordó casarse con el rey Fergus a cambio de que dejara el reino a su hijo un año, durante ese año ella colmó de regalos a los guerreros y al finalizar el tiempo, los guerreros prefirieron al nuevo rey por ser más generoso.

También se devela la importancia que poseían los herreros, a los que se les atribuían conocimientos mágicos para elaborar armas épicas. Se evidencia en el hecho de que Culainn, el herrero, invitara al rey Conchobar y su séquito a un banquete en su casa, tal honor sólo podría conseguirlo alguien de gran valía social. Proliferan en la historia las cabezas cortadas de los enemigos, las cuales son coleccionadas y exhibidas por los guerreros, reafirmando así la importancia de lo bélico como forma de conseguir estatus social.

El combate singular, en el cual se enfrentaba un guerrero de cada bando cobra suma importancia, en este caso realizan el duelo en la frontera entre las dos tierras y el honor personal es un motor fundamental en el accionar de los hombres.

Durante el texto, se evidencia en distintos momentos la importancia moral y el poder que tenía el druida en la sociedad celta. Relata la leyenda que el rey tenía el derecho a pasar la primera noche con las esposas de sus súbditos, en el caso de Cuchulain, esto lo enfureció. Para solventar la situación, se dispuso que el druida durmiera también en el mismo lecho velando por la castidad de la recién casada. En otro momento se especifica que, para dar una decisión, nadie hablaba antes que el rey, y el rey no hablaba antes que su druida. Es patente, entonces, que los druidas del reino poseían el respeto de todos y ostentaban el más alto poder.

Otro aspecto cultural interesante que se vislumbra a través de el Táin, es el uso de la escritura oghámica desarrollada en Irlanda, de esta sólo se tienen muestras del siglo V y consistía en una línea vertical atravesada por líneas horizontales o diagonales que fungían de consonantes y vocales. En el relato, Cuchulain hacía uso de esta escritura para hacer advertencias a los enemigos.

Es de notable importancia la ganadería como factor económico para esta sociedad, incluso más que la agricultura. De manera simbólica se utilizan dos toros como los causantes de la guerra, y en reiteradas ocasiones se mide la valía de las armas, objetos y personas por su equivalente en ganado. De la misma forma, el ganado, las tierras, y el desposo de la hija de Mebd, era la recompensa prometida a los guerreros que lucharían en batalla singular con Cuchulain, además de la “amistad de los muslos” de la reina. Este último elemento es, simbólicamente la oferta de la soberanía de Connacht, ya que Mebd era una diosa tutelar de Cruachan y representaba la soberanía de dicho reino.

Como último elemento a destacar, consideramos que detrás del Táin hay un relato histórico auténtico. Antes del siglo V, una rrama de los Connachta, se apoderó del norte de Leinster, incluida la fortaleza de Tara. Allí se conformaría la provincia del centro, Mide, que en el siglo V cobraría gran relevancia de la mano de Niall Nolgiallach, quien incursionaría repetidas veces en Britania. Tal relevancia tuvo esta nueva dinastía de los Uí Néill, que de ellos se desprende un apellido común , O’Neill. Una rama de esta dinastía penetró en el Ulster nor occidental y central imponiendo su dominio. DE esta manera, los Uí Néill combatieron con los Ulaid durante algún tiempo hasta derrotarlos. Emain Macha, capital de los Ulaid, y sede de los reyes más poderosos hasta entonces, fue destruida en 450. De esta manera se puede interpretar la historia del Táin como una epopeya que describe un conflicto histórico desde un punto de vista mitológico y enarbolando la visión de los vencidos. De esta manera, simbólicamente se utilizan los ancestros de ambos para representar el conflicto, los connactha y los ulates.


ALVAREZ Flórez, José Manuel. El perro de Ulster, Barcelona, Muchnik Editores, 1988, pp. 247

BUTTERFIELD, Eamon. “Epílogo Histórico” en El perro de Ulster. Barcelona, Muchnik Editores, 1988, pp. 247

CEBRIÁN, Juan Antonio. Breve Historia de los Celtas. España, Nowtilus, 2009, pp. 253.

ROSASPININ Raynold, Roberto. Mitos y leyendas celtas. Ediciones Continente. Argentina, 1999, pp.86

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